Jardinería Panamá recomienda que para poder asegurar su papel de metabolismo, las hojas tienen que ser mantenidas completamente limpias. Por eso se recomienda limpiar periódicamente con esponja y agua las grandes hojas de las plantas de interior para eliminar el polvo y el sucio que se ha depositado.
Es perjudicial para las plantas limpiar las hojas con ceras, lacas y otras sustancias, ya que estos productos tapan los poros y dificultan la respiración y procesos de desarrollo de las plantas.
Ciertas plantas exigen soportes verticales revestidos de musgo, otras requieren poda de formación y de mantenimiento. También hay que pensar en eliminar las hojas dañadas por razones de estética.
Con el tiempo, la tierra de los potes se agota y también se contamina por las sales que no son absorbidas por las raíces.
En consecuencia, es necesario cambiar periódicamente la tierra de las plantas de interior. Es fácil darse cuenta si las plantas necesitan nueva tierra, pues al estar limitado el desarrollo de las nuevas hojas nacen más pequeñas, las raíces ocupan toda la maceta y la tierra se seca más frecuentemente.
Normalmente las plantas necesitan cambiar la tierra cada 1 a 4 años, dependiendo de la especie y de la intensidad del crecimiento.
La regla es sembrar nuevamente la planta en una maceta con un diámetro que sea algo superior a aquel en que se encontraba. Es necesario echar tierra nueva entre las paredes de la maceta y la masa de tierra vieja comprimiendo el conjunto con un palito a fin de que no queden espacios que resultarían perjudiciales para las raíces.
En muchos casos, conviene eliminar parte de la tierra vieja, incluyendo parte de las raíces, desmenuzándola con las manos para permitir la aportación de mayor parte de la tierra nueva. No es recomendable utilizar macetas mucho mayores que las anteriores. Cuando el transplante se hace difícil a causa del gran volumen de la planta entonces se procede a eliminar la parte superior de la tierra, substrayéndola por nueva tierra fértil.
En caso de plantas grasas hay que evitar romper las raíces y regar solamente después de algunos días para evitar el pudrimiento de las raíces.