Las plantas cultivadas en recipientes disponen de un pequeño volumen de tierra para alimentarse y por lo tanto es indispensable suministrarles tierra idónea a sus exigencias.
A groso modo, se pueden considerar tres tipos de substratos: tierra universal, tierra vegetal y tierra de fibra.
Tierra Universal
La tierra universal, también llamada tierra de vivero, se caracteriza por sus buenas propiedades físicas; es liviana, absorbe y mantiene bien el agua y deja filtrar el excedente de ésta (buen drenaje), contiene buena proporción de materia orgánica y es fértil.
El principio de base para preparar una tierra universal, consiste en mezclar tierra mineral con compuestos orgánicos en proporciones variables según los ingredientes utilizados. Existen muchas formas de preparar tierra universal y eso varía según el tipo de ingredientes disponibles. A continuación una fórmula frecuentemente utilizada:
- 1/3 tierra franca
- 1/3 abono animal bien hecho (equino o vacuno)
- 1/3 humus o turba desmenuzada
La tierra franca es una tierra porosa, suave, y de color oscuro que absorbe fácilmente el agua, dejando filtrar el excedente. En Panamá se puede encontrar esta tierra a los lados de grandes ríos (Aluvión) y en las partes altas de El Valle y Chiriquí (cenizas volcánicas de color negro).
Humus es la capa orgánica de 2” a 4” producida por la descomposición de los restos de vegetales de la vegetación arbustiva. Se encuentra en todos los bosques viejos del país, pero con más abundancia en las zonas altas donde su descomposición es más lenta por efecto de las temperaturas.
Turba es el producto resultante de la descomposición de plantas acumuladas en lugares pantanosos
Tierra Vegetal
Este tipo de tierra contiene los mismos ingredientes que la tierra universal, pero con más fuerte proporción de material orgánico (humus, turba, estiércol) y de arena gruesa. Esta mezcla conviene sobre todo para plantas como las Violetas Africanas, Begonias y Philodendron.
Tierra de Fibra
La tierra de fibra está generalmente compuesta de fibra de helecho arborescente, plantas que crecen en las partes altas del país. A este material se le puede añadir pedazos de carbón de leña, turba, fibra de osmunda o de helecho, según la disponibilidad y las exigencias de la planta que va a ser cultivada. Esta tierra conviene para las plantas epifitas como las Orquídeas y Bromeháceas que utilizan como soporte, puesto que no absorben ls elementos nutritivos en forma mineral.